Las obras más conocidas de Jeff Koons están inspiradas en la película de Tim Burton «Eduardo Manostijeras».
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Yo descubrí que los setos se prestaban a reproducir formas de animales cuando era adolescente, leyendo la novela “El resplandor”. En su tramo final, estos animales vegetales cobran vida y atacan a los protagonistas. Evidentemente la escena no aparece en la película, ya sea porque no está en sintonía con lo que Kubrick buscaba, ya sea porque con el acabado técnico artesanal de su tiempo podría resultar ridícula.
Las vanguardias artísticas del siglo XX expandieron el arte de todas las maneras posibles, en el campo de la escultura incorporaron nuevos materiales. A partir de ese momento el mármol, la madera, la arcilla o el bronce convivieron con objetos que podrían estar en la basura (las obras merz de Kurt Schiwtters), una botella llena de aire de París (Marcel Duchamp), la sangre coagulada de Marc Quinn convertida en autorretrato o superficies recubiertas con insectos (Jan Fabre).
En los años sesenta del siglo XX, la crítica norteamericana Rosalind Krauss aportó a la teoría del arte el concepto “campo expandido”, según el cual los artistas de la segunda mitad del siglo creaban obras difíciles de clasificar porque podían encuadrarse en varias disciplinas artísticas, a diferencia de sus predecesores de principios de siglo, que buscaron la esencia de cada disciplina.
Ambos objetivos artísticos se encuentran en la obra de Eduardo Manostijeras: trabaja con materiales escultóricos poco usados (los setos y el hielo), y su obra se puede ubicar tanto en el campo de la escultura como en el diseño ambiental (la jardinería es una de sus ramas) y hasta la instalación.
“Eduardo manostijeras” es una obra maestra del cine rodada en 1990. En el libro-entrevista “Tim Burton por Tim Burton” (Mark Salisbury, 1995, Alba Editorial), éste cuenta que el germen de dicho filme fue un dibujo donde representó a un chico que en lugar de manos tiene tijeras. Con esta y pocas premisas más, la guionista Caroline Thompson inventó la historia. Las esculturas surgen de manera orgánica para darle a las tijeras protagonismo en el desarrollo de la historia: se convierten en su medio de comunicación más revelador, las esculturas manifiestan sus anhelos y su inocencia.
La información que he encontrado apunta a Bo Welch como diseñador y realizador de las esculturas (“son armaduras de acero envueltas con tela metálica y cubiertas con hierba artificial” declaró en una entrevista).
La película ha sido analizada con criterios cinematográficos en numerosas publicaciones. Sin embargo las obras del protagonista no han recibido la atención que merecen. Si analizamos las creaciones del personaje en el contexto del arte de finales del siglo XX, encontramos que esas obras podían haber tenido vida propia en los circuitos comerciales del arte. Y el caso es que la tuvieron a través de un artista multimedia ajeno al filme que se llama Jeff Koons.
Koons se da a conocer en los años ochenta con obras tales como “One Ball Total Equilibrium Tank” (un balón de baloncesto dentro de una pecera con patas metálicas) o “Lifeboat” un bote salvavidas reproducido a tamaño natural en bronce. En 1989 comienza su serie “Made in heaven” compuesta por obras pornokitsch, donde él, y su esposa en aquel momento Ilona Staller (también conocida como Cicciolina) se presentan como amantes gloriosos sin nada que esconder.
Hasta ese momento, su obra es deudora del kitsch y de los readymades de Duchamp. En la obra “Lifeboat” se aleja de Duchamp para acercarse a las esculturas de los tambores de detergente Brillo que realizó Warhol; en lugar de apropiarse del objeto y presentarlo como una obra propia, hace una copia del mismo. A su vez se aleja de Warhol en que la nueva versión la realiza en otro material (los tambores de detergente Brillo de Andy Warhol están pintados sobre contrachapado, y hay que acercarse a la obra para darse cuenta de que no es el producto “original”).
Durante la Dokumenta de 1992, presenta su obra “Puppy”, de doce metros de altura, que recubre de flores la forma de un perro sentado. En 1997 “Puppy” se instala en el Museo Guggenheim de Bilbao. A Puppy le siguieron más Puppys. Las similitudes con la obra de Tim Burton son evidentes. Las diferencias que aporta son la sustitución del seto artificial por flores de varios colores y el aumento del tamaño, que pasa a ser monumental.
Esta, llámese instalación, escultura, diseño ambiental… inaugura un cambio temático en su obra. Parece como si se hubiera dado cuenta de que la inocencia infantil era un campo virgen. Habrá quien piense en el arte naif, pero la mayoría de los artistas naif juegan con el contraste entre el estilo y el tema que representan, o bien aplican esa mirada a géneros asentados entre el público adulto. Algunas de sus nuevas obras son afines a las esculturas vegetales y las esculturas sobre hielo de Eduardo Manostijeras.
Esta visión entusiasta, candorosa y sin dobleces del mundo ha coincidido en el tiempo con la infantilización de la sociedad actual.
“Rabbit” es una serie escultórica compuesta por tres figuras de acero inoxidable idénticas que representan un conejo hinchable de feria. Una de ellas se vendió en subasta por 91,11 millones de dólares en mayo de 2019. Es el mayor precio que se ha pagado nunca por la obra de un artista vivo.
NOTA INSOSLAYABLE: Durante los preparativos de la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, en el año 1997, tres terroristas etarras disfrazados de jardineros fueron descubiertos cuando escondían varias bombas en la obra “Puppy”. En el tiroteo que siguió murió Txema Agirre, el ertzaintza que los descubrió.