DAESH se inspiró en un icono de la cultura norteamericana como es Seven, de David Fincher

     Volver a ver una película veintitantos años después, no sólo sirve para darse cuenta de que el tiempo pasa, sino de lo radicalmente distintos que son los espectadores entre sí.

     Hace varias semanas volví a ver Seven. La recordaba como una película absorbente gracias a su estética y los giros del guión. Veinte años después, su escena final me sorprende mucho más. El preso vestido de rojo y arrodillado; sobre él, de negro, Brad Pitt. La sorpresa terrible de la escena, todo permanecía igual y sin embargo la veía distinta. Y era distinta porque otro espectador ha recombinado esos elementos, no en la ficción sino en la realidad, en las ejecuciones de Daesh.

     Por poner diferencias entre ambas, la imitación emplea una línea de horizonte que remarca la relación de poder entre la víctima y el asesino; el minimalismo de la composición elimina todos los detalles del lugar. En este caso, menos es mucho más.

     Sin duda, detrás de ese ejército hay al menos una persona culta e inteligente que aplica su talento a orquestar el horror.

     Esta conclusión pone a cualquiera en un terreno muy resbaladizo si tenemos en cuenta los debates sobre los límites del arte que se vienen dando, sobre todo desde la caída de las Torres Gemelas. Sobre ella Jonathan Franzen escribió en The New Yorker: Los artistas de la muerte que han diseñado este ataque deben de haber gozado mucho con la terrible belleza de su acto. Y el compositor Karlheinz Stockhausen, pionero de la música electrónica, las describía como la mayor obra de arte de Lucifer, el ángel caído que encarna la destrucción.

     A mi modo de ver, Seven no ha inspirado una obra de arte; como mucho ha sido aprovechada para emular Los desastres de la guerra de Goya desde el otro lado, el del verdugo, y empleando un medio de expresión de nuestro tiempo como es el vídeo. Aún así, han servido para crear la imagen de un ejército salvaje que se ha instalado en el imaginario colectivo de nuestro tiempo. Y no lo han conseguido a fuerza de talento sino de crueldad.

Seven
Juan José Rosado

Juan José Rosado

Bloguero

Pinturas, novelas e ilustraciones intrépidas.